La pandemia que está experimentando el mundo entero ha interferido en muchos planes, también afectado muchas costumbres de los ciudadanos, entre ellas el aspecto religioso, y en víspera de la Semana Mayor.
Debido al acelerado avance de este virus en todo el mundo, se han implementado diferentes alternativas, para intentar mantener algunos aspectos cotidianos de los españoles, y las actividades de la Iglesia, no son la excepción.
El Real Decreto y la Iglesia
El pasado 14 de marzo del 2020, el gobierno de España dio a conocer el Real Decreto en el cual el país fue declarado en estado de Alarma.
También fueron aprobadas una serie de medidas preventivas, para ser aplicadas con la finalidad de disminuir la velocidad de avance del virus COVID-19 en el territorio nacional. Entre estas medidas existen algunas indicaciones para la Iglesia.
Las medidas no prohíben las celebraciones religiosas, sin embargo éstas, al igual que algunos servicios como el del cerrajero, deben ser bajo ciertas condiciones.
Deben seguir las medidas propias para evitar el contagio, como evitar aglomeraciones de personas, por lo que se debe respetar la distancia mínima de un metro entre personas.
Seguir la misa a través de medios de comunicación
La Conferencia Episcopal ofreció algunas orientaciones, como “seguir la celebración de la Eucaristía en familia por los medios de comunicación”. Esto para mantener el orden de ideas de evitar salir de casa lo menos posible.
En Madrid, Sevilla y Cataluña han sido suspendidas las celebraciones de eucaristía en las cuales participen los fieles, sin embargo en Cataluña las iglesias se mantendrán abiertas, dentro de lo posible, para atender a quienes lo necesiten.
Por otra parte, en Asturias no se realizarán las celebraciones sacramentales o actos de piedad pero tampoco va a existir el libre acceso a los templos parroquiales o capillas.
Es momento de la Comunión Espiritual
Ante la imposibilidad de estar presentes en la celebración de la Eucaristía dominical, muchos de los fieles han presentado la misma duda, la cual corresponde en cómo hacer si no se recibe el Cuerpo de Cristo.
A lo que el Padre José Ignacio Fernández ha señalado, que es la oportunidad perfecta para practicar la comunión espiritual.
De acuerdo a lo que explica el Padre, la comunión espiritual está presente desde el momento en el que cada fiel ha recibido el bautismo.
Pero la Eucaristía es una manera de representar de manera sacramental la comunión, lo cual significa que el fiel es un invitado a ser portador de la vida de Cristo, y se concreta a través de la caridad.
Es por eso que considera que la actual situación, es la oportunidad para crecer en la fraternidad, aún en la distancia.
Por otra parte, el Papa Francisco señaló el pasado 15 de marzo, que este momento de aislamiento es una invitación para redescubrir el valor y el poder de la comunión que une a los miembros de la iglesia, de la cual todos formamos un solo cuerpo y Cristo la cabeza.
También instó a recordar que con Cristo nunca estamos solos, y que la unión se puede alimentar con la oración, y no olvidar la comunión espiritual.